Por: Héctor Bonilla, CEO de Alerta Máxima Honduras
El 2020 pasará la historia como el año en que la innovación humana se volcó hacia el desarrollo de la tecnología post COVID. 2020 se ha destacado por ser un período de cambios, y aún más un momento para adaptarse a las nuevas condiciones, en particular a las medidas que tomaron los gobiernos para evitar la propagación del COVID-19.
En la actualidad somos testigos de lo que siempre ha ocurrido a través de la historia, cuando la humanidad ha tenido que vivir situaciones difíciles como las guerras o lo que se conocía como pestes.
Se genera un punto de giro y, por tanto, un punto de partida para desarrollar la creatividad y evolucionar aún más rápido de lo que el mundo lo venía haciendo meses atrás. Dos palabras para describir esta situación: innovación y resiliencia.
Aquí es importante resaltar la invitación que hace la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuanto al tema de los protocolos que se deben seguir para poder retomar paulatinamente las actividades de la vida cotidiana: “Los gobiernos deben comunicarse claramente con sus ciudadanos y establecer estrategias integrales para suprimir la transmisión (del coronavirus) y salvar vidas”.
Antes de que exista una vacuna efectiva para el COVID-19, el tema de la bioseguridad va a ser clave en el regreso a las actividades que conocíamos como normales.
Se debe mantener el distanciamiento social, las oficinas solo pueden estar ocupadas hasta cierto nivel y deben contar con protocolos de higiene para evitar la propagación del contagio. Sin embargo, en definitiva, se podrá retornar a la nueva normalidad de manera paulatina con dichos cuidados.
En este momento en que los países reabren los negocios locales y las personas retoman sus vidas productivas, se puede pensar en que va a haber una parte de la población que trabaje in situ y otra en casa. Es posible que, hasta que se apruebe una vacuna efectiva, todo va a ser altamente regulado.
Lo que se resalta en esta coyuntura tan mencionada es la importancia de utilizar herramientas y productos que permitan estar protegidos ante un rebrote del COVID-19 para que no se tenga que regresar al confinamiento rápidamente, tal como ocurre en algunas poblaciones europeas, las cuales han debido retomar la cuarentena por rebrotes producidos después de reabrir las puertas de sus negocios.
¿Tecnología post COVID, ¿qué nos trae la seguridad para la nueva normalidad?
Para ayudar a que el retorno a la nueva normalidad sea más llevadero, Alerta Máxima cuenta dentro de sus proveedores con productos de la marca Bosch y Motorola, compañías con las que ha ejecutado proyectos en edificios de gran afluencia de público en el país.
Entre las soluciones tecnológicas que aportan a la protección en la nueva normalidad post COVID, ha salido al mercado una línea de cámaras de seguridad que cumple con los parámetros para que regresar al trabajo sea más controlado.
Para poder cumplir con las regulaciones de distanciamiento social, muchos gobiernos han generado algunos protocolos que garanticen el cumplimiento de la norma. Por esta razón es prioritario monitorear la cantidad de personas que pueden estar presentes en un determinado local en todo momento.
Y ya diferentes fabricantes tecnológicos han puesto a disposición del mercado soluciones que cumplen con los parámetros para ayudar a las empresas a retornar a la nueva normalidad.
Tal es el caso de Motorola, con quien Alerta Máxima firmó recientemente un acuerdo de distribución, lanzó recientemente una línea de cámaras de seguridad para el conteo de personas y control de tasa de ocupación en un espacio confinado.
Estas cámaras se conocen como Occupancy Control Cameras.
Pero ¿cómo podrían las cámaras ayudar a controlar el distanciamiento social?
Este término se ha generalizado en el ámbito local y se refiere a la limitación de la circulación o presencia masiva de personas en lugares públicos. También limita la proximidad entre personas no menor a 2 metros, además de restringir las reuniones o eventos multitudinarios y el control de ocupación de lugares que antes permitían aforo masivo.
Por ejemplo, se puede lograr que las cámaras Motorola realicen un conteo de las personas que ingresan a un edificio.
En caso de que en un lugar solo se permita el ingreso de 20 personas, la cámara efectúa dicho conteo, lo cual permite que el espacio sea seguro para la salud, y también hace más eficaz y eficiente el trabajo del equipo de seguridad del mismo.
Aquí compartimos algunas de las cámaras habilitadas para control de ocupación que sirven como soluciones tecnológicas que protegen la nueva normalidad.

¿Y el control de acceso?
Pero los avances tecnológicos no solo han llegado al campo de la videovigilancia, también han tocado el segmento de control de acceso. Tal es el caso de los dispositivos que no requieren contacto físico, como una valiosa herramienta para proteger la propagación masiva del coronavirus.
Antes, para poder abrir las puertas de acceso a un edificio, cada persona tenía que poner una huella, usar una tarjeta o ingresar un código que lo autorizaba para entrar a este; luego, la persona empujaba la puerta y podía entrar.
Actualmente se cuenta con la posibilidad de instalar un lector de rostro, que puede hacer un reconocimiento de este aun si lleva puesto un cubrebocas. Así mismo, este detector puede medir la temperatura.
En este caso, la cámara detecta el rostro, revisa que la temperatura de la persona cumpla con los parámetros de seguridad para la salud y permite o niega el acceso a quien desea ingresar al edificio.
Otra forma de control de acceso sin contacto es un motor eléctrico que se le instala a las puertas para que se abran y, de esta manera, no haya necesidad de tocarlas.
Estas entradas pueden ser el acceso para cientos de personas en los edificios, pero con eso se evita un contagio importante.
De igual modo, se instalan sensores de presencia cerca de las puertas para que, al detectar la presencia de los visitantes, sean abiertas y estos puedan salir sin contacto alguno con tal elemento.
Protección ante intrusiones
Este momento de coyuntura mundial también ha traído graves problemas de inseguridad, pues ninguno de los países de la región se encontraba preparado para sobrevivir a una crisis económica de tal magnitud y la población se ha visto muy afectada con pérdida de empleo y de recursos vitales.
Hoy en día, los problemas de inseguridad han crecido exponencialmente. Por ello las compañías necesitan productos que ayuden a proteger sus inmuebles, muchos de ellos desocupados por el tema del confinamiento, o lugares que ya han reabierto al público o nunca cerraron completamente; como es el caso de los bancos, supermercados, farmacias y centros comerciales.
Estas soluciones tecnológicas post COVID y productos de seguridad pueden hacer una gran diferencia en cuanto a la protección de los empleados, los visitantes y la seguridad en general del recinto.
Como integradores certificados de Bosch, y con la experiencia en la instalación de sus sistemas en el país, Alerta Máxima pone a disposición de sus usuarios una amplia gama de productos de este fabricante para que los bienes de los clientes siempre estén protegidos con la mejor calidad y se pueda salvaguardar la integridad de las personas que son el recurso más importante de las empresas, y quienes deben regresar a la nueva normalidad en las mejores condiciones posibles.
Soluciones como estas son fundamentales para que el contagio no se agudice y el país pueda regresar pronto a la nueva normalidad.